La isla de los tres objetos: Parte 6
Escuchaba un sonido extraño en la cueva. A cada paso que daba, a su alrededor sonaban pequeños pasitos que parecían rodearla —ignorando del ambiente los pasos de oso de su cámara, por supuesto, que no era capaz de leer la atmósfera de tensión que claramente los rodeaba. Respiró hondo e iluminó las rocas a su derecha, intentando divisar qué era, pero nada. Tan fácil no iba a ser. Continuó por la cueva en una pendiente algo resbaladiza hasta que encontró un embalse subterráneo. -Con lo cerca que estamos del lago, seguramente esto es agua que se ha filtrado con los años. ¿Habrá vida aquí abajo? Uhm… A lo mejor es una pregunta algo absurda… A la vez que acabó de hablar lo divisó: a su coco Mario, entre las garras del Tirano, una rata de metro y medio con cara de pocos amigos. Y los pocos amigos no eran por rata sino por malo, porque se le veía la intención de golpear a su coco contra una piedra. -¡Alto ahí, Tirano! ¡Ni te atrevas! -Mariela gritó con l...